martes, 28 de abril de 2009

SI LAS ESTRELLAS LO DICEN....

Creo que ya he contado alguna vez que me leo el horóscopo todos los días (o casi todos). No recuerdo cuando empecé ni tampoco sé si algún día dejaré de hacerlo. No busco respuestas ni recetas mágicas, mi parte racional lo encuentra ridículo y la irracional también. ¿Por qué lo hago entonces? Porque en estos días de gripe emocional leer algo como lo de hoy me despierta una sonrisa. Y una sonrisa siempre merece la pena.
'Si las reglas del juego van a seguir cambiando, no tiene mucho sentido planear una estrategia. Lo mejor que puedes hacer es decidir estar alerta y ser flexible, y dispuesto a empezar a correr a toda velocidad hacia el extremo contrario del campo de juego. Cada vez que piensas que ya has comprendido qué es lo que está pasando, hay un nuevo cambio. Es posible que todavía pase algún tiempo antes de que las cosas se asienten y tú puedas aclararte del todo. Mientras tanto, sólo tienes que mantener los ojos abiertos'
:) ¡como platos los tengo!

domingo, 26 de abril de 2009

ASÍ NO

No me gusta decepcionar a la gente que me importa pero me gusta aún menos decepcionarme a mí misma. La sensación de saber que algo no lo he hecho bien y sobre todo la de saber que podría haberlo hecho mejor son cualquier cosa menos placenteras. Duelen en el amor propio que tanto me cuesta cultivar. No me valen las excusas de ida y vuelta que rebotan contra el muro de remordimientos. Me lo tengo merecido. Combino los papeles de juez y juzgado en un sólo cuerpo y con la sentencia de culpable encima de la mesa no me queda más remedio que sentirme mal por tener que reprobarme y volver a sentirme mal por recibir la reprimenda.
Ya tengo mi castigo. La próxima vez lo haré mejor.

jueves, 23 de abril de 2009

Y HE PERDIDO EL MIEDO A VOLAR


Hay una canción que dice...'mata más gente el tabaco que los aviones, y yo he perdido el miedo a volar...'

En mi vertiginoso recorrido hacia la madurez he perdido el miedo a volar. Cuatro vuelos en cinco días y ninguna sensación de ansiedad me lo confirman. Qué tendrá que ver la madurez con tener miedo a volar me diréis. Pues mucho. Yo siento que maduro a golpe de aprender a darle a las cosas la importancia que creo (porque al final nada (para mí) es absolutamente objetivo) tienen.

La probabilidad de que me muera en un accidente aéreo es menos que mínima, ¿qué sentido tiene sufrir por algo que lo más probable es que no ocurra nunca? Sufrir no debería ser algo gratuito. Y estoy trabajando en ello.

En mi incansable camino hacia la madurez he decidido no ser una mártir a menos que me arranquen las uñas por defender una causa justa o me atraviesen con siete lanzas el corazón por salvar a la humanidad. Esto no quiere decir que vaya a dejar de quejarme, porque lo seguiré haciendo cuando me apetezca, lo que quiere decir es que estoy intentando que deje de apetecerme.

Las listas de pros y contras, las de razones que tengo para dar las gracias, las de los momentos de felicidad que he vivido, vivo y viviré son herramientas útiles para combatir mis ataques lastimosos. Un poco de control mental y el resto vendrá rodado.

Pero algo que tengo claro es que cuando ya sea madura (madurita e interesante), conservaré una lista de 'cosas inmaduras que me quedan por hacer', por si las moscas.

miércoles, 15 de abril de 2009

CASITAAAAAA


Hoy debería estar organizando mis apuntes, o escribiendo las conclusiones del informe que tendré que rematar a la vuelta de mis mini-vacaciones, o directamente estudiando para los exámenes que se avecinan. Pero no puedo, estoy nerviosa y excitada por mi viaje de mañana y lo único que soy capaz de hacer es limpiar al ritmo de mi 'música de limpiar' (que nunca viene mal) .

Creo que nunca había sentido tantas ganas de volver a casa, de ver a la familia y de comer como Dios manda.

Tiene muchos alicientes este viaje; voy a conocer a una nueva miembra de la familia, voy a reencontrarme con familiares que hace años que no veo, por fin me darán un diagnóstico sobre la mandíbula (con un poco de suerte pronto podré comerme un plátano al modo de todos los mortales y no cortándolo en pedacitos) voy a depilarme con la sílkepil y no con la cuchilla cutre, voy a recibir abrazos y besos en abundancia...contacto físico, por fin, qué alegríaaaa, voy a achuchar a mi sobrina hasta que empiece a ponerse azul, me voy a tomar un cubata en el pub de toda la vida con la gente de toda la vida, voy a conducir, voy a cambiar de modelito cada día de la semana y voy a comer pescado y marisco en cantidades industriales. ¿Suena o no suena bien? Yo creo que no se puede pedir más.


Sólo tengo que soportar un viaje de 24 horas en el que recorreré 3 países y estaré de vuelta al hogar. HOGAAAAAAARRRRR

martes, 14 de abril de 2009

Fanø

Fanø es una isla pequeñita de 56 kilómetros cuadrados en el Mar del Norte y a sólo 12 minutos en ferry de Esbjerg. Parece un museo al aire libre de armonía y buen gusto. Una delicia.

Fui en excursión improvisada con unos amigos y me ha cautivado. La próxima vez volveré con la bici, el tupper con la tortilla de patatas jugosa y la toalla para echarme una siesta arrullada por el cantar de los pájaros y el murmullo del mar. Es uno de esos sitios en los que me digo 'podría quedarme aquí para siempre' pero en el fondo sé que no es verdad. Los sitios para meditar no son sitios para quedarse, que con el tiempo pierden la gracia, o peor, hacen que la pierda yo. Así que éste será otro de mis lugares 'para volver'. Y para que vengáis :)













domingo, 12 de abril de 2009

LA (SOPORTABLE) LEVEDAD DEL SER


Soy altamente prescindible en este mundo. Supongo que todos lo somos un poco pero yo estoy, sin duda, por encima de la media en prescindibilidad. A fuerza de desligarme de todo he conseguido que mi existencia no influya de manera intensa a nadie ni a nada. Hace tiempo que voy de puntillas y empiezo a cogerle el gusto.

Soy como el comodín de la baraja, si al repartir me tienes en la mano te serviré de algo y te alegrarás pero si me sacan de la baraja todos podréis seguir jugando, ganando y perdiendo. Y si queréis comodines siempre habrá un as de oros para sustituirme.

Si mañana desapareciera no dejaría ningún cabo suelto, ninguna vida a la deriva, nada importante que rematar, podría irme sin cargo de conciencia, saludando con una sonrisa y sabiendo que se me echará de menos y punto. Mi gran tarea es vivir. Vivir para mí y sólo para mí. Hacer del egoísmo algo placentero.

Experimento la levedad cada mañana al levantarme y cada noche al acostarme, como si el día fuese una metáfora de la vida con su amanecer y su ocaso. Y cada mañana me despierto con ganas intensas de vivir y cada noche me acuesto diciéndome que lo he hecho. Porque el día ha sido enteramente mío. Porque todo es más fácil cuando sólo tienes que manejar tu existencia y los conflictos de intereses no existen.

Me pregunto si sentiréis lástima o envidia. Como espectadora no sabría muy bien qué pensar. Pero estoy en el centro del tornado y se está bien aquí viendo como gira todo a mi alrededor.

Ya lo sé, no soy tonta, no va a ser así para siempre ni pretendo que lo sea. Pero déjame que lo disfrute, por ti, por vosotros, por ellos que tanto lo añoran aunque no se atrevan a reconocerlo. Yo también lo negaré cuando ya no lo tenga. Pero mientras tanto seré leve, libre, liebre.

jueves, 9 de abril de 2009

MI SOBRINA Y LA MADRE QUE LA PARIÓ


Hay cosas que siempre me despiertan una sonrisa. Una de ellas es mi sobrina. La niña con más personalidad que he conocido nunca, es trabajadora, muy tenaz, inteligente, cariñosa, sonriente y preciosaaaaaaaaaaaaa. Tiene a quien salir.

Mi hermana es una mujer con mayúsculas. La admiro y la quiero a partes iguales. Tiene una capacidad increible de tomar buenas decisiones en todas las áreas de su vida. Su trabajo consiste en eso y no me extraña que la valoren tanto. Su buena suerte no es casualidad.

No es ella de dar lecciones, como es lista sabe que cada uno tiene que hacer su vida y que no todos sienten y padecen de la misma manera. Y eso me incluye a mí. Pero yo no me canso de pedirle consejo y contarle mis ocurrencias sin miedo a que me juzgue, o tal vez deseando que lo haga :) Le cuento hasta las cosas que sé que no quiere oir porque como hermana mía que es tiene ciertas responsabilidades y una de ellas es escuchar las insensateces de su Sis. He aprendido a entender sus silencios y sé que con ellos mi hermana me dice cosas. Y yo las entiendo.

Somos muy distintas, ella tiene la mala leche que a mí me falta y yo mucha paciencia con la gente (también con lo que no es gente). Incluso con la que no me gusta demasiado. Es fuerte y decidida, yo me ahogo en un vaso de agua y nado en mares de dudas. A mí me encantan los animales y a ella no, nada. Ella sigue caminos rectos y yo me pierdo en las rotondas. Ella 'tetona' y yo 'culo grande'.

Pero también hay muchas cosas que nos unen (además de la sangre que corre por nuestras venas). Somos de hacer las cosas bien, agradecidas, nos gusta juntarnos en la cocina, hacer manualidades, compartir lecturas, noticias, cotilleos, acertijos, películas, modelitos, filias y enemistades.

Ya le he perdonado que de pequeña no le gustara jugar con muñecas y que se hubiera echado novio cuando yo aún no entendía qué le podía ver a los chicos de interesante (más tarde lo comprendí toooodo). Nunca le agradeceré lo suficiente las miles de llamadas telefónicas de apoyo cuando parecía que mi mundo se venía abajo.

Claro que hay cosas de ella que no me gustan tanto, da unos besos fríos y húmedos, a veces le pierde su temperamento y no soporto que me mande (que madre no hay más que una). Pero la quiero. Y aunque Alba haya conseguido que la ignoremos cuando atraviesan juntas la puerta de salida del aeropuerto...en mis ojos siempre habrá una mirada furtiva de 'bienvenida Sis'.

martes, 7 de abril de 2009

DESCONOCER

Me pasa una cosa. No me enamoro muy a menudo, pero cuando lo hago...me ciego. Mi madre dice que el 'hombre de mi vida' está por ahí y que algún día nos encontraremos y formaremos una familia y seremos felices y comeremos perdices. Mal, mamá, mal. Desde pequeña tengo la mala costumbre de creerme todo lo que me dice mi madre y aunque es una persona muy inteligente y con buen criterio...hay veces que se equivoca.

Igual algún día conozco a un chico, él me conoce a mí, nos gustamos, estamos en etapas de la vida parecidas y casi sin quererlo empezamos una relación (con una burrada de pasión al principio), nos enamoramos (y nos llega la serenidad), pasamos alguna crisis que logramos superar porque los dos nos damos cuenta de que lo que tenemos merece la pena, aprendemos a aceptar nuestros defectos y hasta a reirnos de ellos, hacemos planes que a veces cumplimos y a veces no, nos invade la rutina por momentos y por momentos nos preguntamos qué haríamos el uno sin el otro. Y al final comemos perdices.

Pero igual ese día no llega. Puede pasar. Igual nunca superamos la crisis e igual en lugar de preguntarnos qué haríamos el uno sin el otro tenemos que experimentarlo.

Aunque esto no es lo que quería contar. Decía que me ciego. Me vuelvo tan ingenua que cuando me analizo desde la distancia me encuentro un pelín ridícula (o un muchín). Me considero una persona bastante racional (esas risillas...) pero cuando me enamoro se me deben desactivar las neuronas que reconocen el peligro, las de la sensatez, las que distinguen la realidad de los sueños y sólo me quedan activas las encargadas de idealizar al 'hombre de mi vida'. Peligroso, lo sé.

Y después de todo este proceso toca la tarea de 'des-conocer'. O de 're-conocer' al príncipe azul que se ha convertido en rana. Lleva su tiempo, es duro, pero se consigue y es entonces cuando siento un poco de vergüenza ajena por lo que fui y un mucho de ternura por lo que soy capaz de ser.

Y me juro que la próxima vez será distinto. ¡Por estas!


BESITOS :)

sábado, 4 de abril de 2009

TODO SABE MEJOR

Pollo con arroz, manzana con kiwi, rebanada de pan negro y cafecito

No importa que el menú sea austero y la vajilla de tupperware. Comer al aire libre es siempre una buena idea. Que el día acompañe es todo una suerte. Un poco de conversación de sobremesa y habría sido perfecto.
FELIZ FIN DE SEMANA

viernes, 3 de abril de 2009

MOMENTO ABRAZO


Estoy sentada frente al ordenador escuchando música lacrimógena y mordiéndome el labio inferior para aguantar el dolor. Cierro los ojos, muevo la cabeza al ritmo de la música y sigo escribiendo, no se me da mal hacerlo a ciegas. No me atrevo a acostarme. Se me escapa una lágrima e intento secarla pensando en positivo pero me apetece a horrores un abrazo, esconder la cabeza en tu pecho y sentir ese olor a cercanía. Respirar profundo y cerrar los ojos mientras me rodean unos brazos y me aprietan fuerte. Sentir el calor del cuerpo con cuerpo, el roce de la piel desnuda. Un abrazo que dure lo que tiene que durar, que me aporte serenidad y calme las ganas.
Lo quiero con una sonrisa, unos dedos que peinen mi pelo y un cuello en el que depositar un beso de agradecimiento.

miércoles, 1 de abril de 2009

COPENHAGUE ESTÁ TRISTE...¿QUÉ TENDRÁ COPENHAGUE?

La reina-sirena
Habitaba una vez en el Reino del Cielo Gris una reina-sirena que no sabía sonreir. Pasaba sus tardes ociosas mirando al mar y preguntándose la razón de su tristeza. Era joven y bella. Poseía una voz melodiosa y un aroma fresco que encandilaban a sus súbditos. Pero su ánimo igual de gris que el cielo de su reino no le permitía disfrutar de sus virtudes. Lo que ella no sabía es que de su severo padre, coronel de un ejército sin guerras, había heredado la mala costumbre de vivir de la añoranza.
El padre coronel


De recordar con pena lo que ya no está y echar de menos lo que no ha llegado. Sus dulces facciones envejecían con cada pensamiento lánguido y su desesperanza en el amor espantaba a cualquier pretendiente.

Un día se presentó ante la reina-sirena un apuesto soldado dispuesto a luchar. -No hay nada que puedas hacer aquí, vivimos tiempos de paz- le dijo ella sintiendo de repente melancolía de gestas pasadas. -Algo habrá por lo que pueda batallar- contestó él sin darse por vencido -algún terreno que conquistar.
El soldado buscador de la felicidad

La reina-sirena meditó unos instantes y decidió encomendarle una tarea al soldado voluntarioso: -¿podrías conquistarme la felicidad?- El soldado abrió los ojos con asombro. No parecía fácil la encomienda pero necesitaba el trabajo como el respirar y aceptó con una sonrisa. Él era feliz, así que sólo tenía que descubrir las cosas que le hacían feliz y conseguírselas a su recién estrenada reina.

Pensó en su hogar, un precioso molino rojo en un prado verde donde vivió una infancia feliz con holor a harina y a hierba recién cortada.

El molino hogar

Llevó hasta allí a su sirena convencido de que sentiría enseguida el calor de la felicidad en su corazón. Pero la reina sólo sintió añoranza de su lujoso palacio.


El palacio

Pensó entonces el soldado en su adorada mujer-ángel que derrochaba cariño y que con su sola presencia espantaba todos los miedos y tristezas. Buscaría un compañero para la reina, un ser amado que le hiciera olvidar las angustias que inundaban su vida.
La amada mujer-ángel

Le presentó a un joven virtuoso, de belleza incomparable y nobles maneras, digno de una dama de su rango. Pero a pesar de que él cayó rendido ante sus encantos ella no podía más que pensar que algún día él la traicionaría. No sabía amar y eso la sumió más aún en su tristeza.

El joven virtuoso

Pensó entonces en la iglesia donde a él le gustaba pasar ratos de soledad. Disfrutar del silencio. Ordenar sus pensamientos. Perdonar sus errores, deshacerse de sus malos sentimientos y reconciliarse con el mundo.

La iglesia redentora

Pero así como ella puso un pie en la iglesia, eran tantos sus pensamientos negativos que el edificio se desintegró convirtiéndose sólo en el reflejo de lo que había sido.

Su reflejo

El soldado se sintió desanimado, ya no sabía qué más ofrecer a la reina para hacerla feliz, nada parecía satisfacerla y su desencanto empezaba a contagiarlo. Paseó por sus dominios, decidió que nada podía hacer y puso rumbo a su tierra.

La sirena lo vio desde la ventana y se sintió liberada. Le agotaba ver su expresión de decepción tras cada intento fallido. Lo vio alejarse por el camino con paso alegre y expresión serena. Lo vio alejarse.....y se sintió FELIZ.

El camino por el que se alejó el buscador de la felicidad