jueves, 31 de diciembre de 2009

2010

Al año nuevo le pido más fuerza de voluntad (o fuerza de voluntad a secas).

Porque lo demás lo tengo todo. Y lo que no tengo lo puedo conseguir con fuerza de voluntad :)

MUY FELIZ AÑO A TODOS

jueves, 17 de diciembre de 2009

:)

No sé qué me pasa últimamente que me da por reirme sola. Empieza con una sonrisilla de medio lado y termina en carcajada con lagrimeo incluido. Y es que mi vida me hace gracia; me resulto simpática, que queréis que os diga... parece mentira que viviendo en una aldea de montaña, sola, trabajando en un trabajo sin trabajo, con una vida social prácticamente nula y casi sin 'actividades extraescolares'...me lo pase tan bien.
Son las vicisitudes de una vida pausada las que me tienen contenta. Ayer por la noche la televisión dejó de emitir, yo ya había cumplido el plan de trabajo que me había propuesto y la luz amenazaba con irse. Así que decidí meterme en la cama con un libro (a falta de pan...) y despedir el día a una hora indecentemente temprana. En mi piso hace frío, así que todas las noches Leo (mi gato) asiste obnubilado al 'show de la cebolla', en el que yo procedo a quitarme todas las capas de ropa del día y ponerme todas las capas de ropa de la noche. Tengo que confesar que hace tres días que no me ducho (entiéndase 'ducha' por desnudarse completamente y meterse debajo de la alcachofa un buen rato), ¡YO! que antes salgo a la calle desnuda que con el pelo sucio...pero es que el calentador de agua no puede con estas temperaturas y sinceramente...yo tampoco. Esto se llama adaptación al medio. Huelo a aldea, jeje.
La cuestión es que a las 12 de la noche me despierta un repiqueteo. Tardo en reaccionar, enciendo la luz...y una gota de agua me golpea la cabeza. Elevo la vista al techo y descubro un entramado de humedades goteando agua. No reacciono. Hace demasiado frío para moverse así que no se me ocurre nada más práctico que quedarme en la cama, taparme con las mantas y...llamar a mamá para lloriquear un poco. Pero mamá no coge el teléfono. Llamo al ambiguo, que no es mamá pero casi. Empiezo quejándome de mi desgracia y acabo riéndome a carcajadas porque él tiene la facultad de convertir las desventuras en aventuras . Ya con más ánimos yo, mis capas de ropa y las mantas (pelín húmedas), nos trasladamos al salón.
Me siento en el sofá con un par de magdalenas de castaña, un vasito de leche, enciendo la tele y me sonrío. Porque en el último mes me ha pasado de todo (y cuando digo de todo quiero decir DE TODO) y nada de ese TODO ha sido tan grave como para que no me pueda sonreir. Y reir...y llorar de la risa...:) :) :) :) :) :D ;D......
Me lo paso pipa :P

sábado, 12 de diciembre de 2009

NO TE ENGAÑES

Es absurdo intentar engañarse a uno mismo. Yo a veces lo intento por eso de querer creer que las cosas que me desagradan de mí misma son fruto de las circunstancias y no de debilidades y vicios no resueltos de mi personalidad. Pero hay otras veces que se me hace tan difícil asumir mi idiotez intrínseca que sólo puedo achacar sus consecuencias a una racha de mala suerte. M'explico.
A la pregunta de '¿cómo te gustan los chicos?' siempre he contestado que me gustan buenos, fieles, sinceros, con las cosas claras y sin miedo al compromiso (como no podía ser de otra manera viniendo de una familia buena, con padres y hermana fieles, con las cosas claras y un gran sentido del compromiso y la responsabilidad).
Mentira cochina. Eso es lo que me gustaría que fuera o, mejor dicho, lo que me gustaría que me gustara. Pero los datos hablan por sí solos y cualquiera que me conozca, y yo que me conozco mejor que nadie, sabe de buena tinta que nada más lejos de la realidad.
Voy a hacer un acto de auto-sinceridad extremo y aún a riesgo de espantar a los pocos hombres decentes que me puedan rondar (si es que alguno queda) voy a declarar públicamente cómo son los chicos que me gustan: Infantiles, con las cosas poco claras, amantes del riesgo, con fobia a cualquier cosa que suene a compromiso, viciosos, con principios morales vagos, tendentes a la infidelidad y, eso sí, muy cariñosos y llenos de vitalidad. Estúpido diréis...y no puedo estar más de acuerdo. Juro que yo tampoco lo entiendo.

jueves, 3 de diciembre de 2009

MIMETISMO

Llevo dos meses en esta aldea y empiezo a sentir que o me integro o corro el riesgo de reducir esta etapa de mi vida a trabajo, casa e internet. Y no quiero. Ya sé que no es fácil vivir aquí ni para los locales, pero puede ser más difícil aún cuando ni siquiera siento el arraigo a la tierra.
Reconozco que no estoy en mi ambiente, no domino el lenguaje de la aldea de montaña agrícola-ganadera (soy de puerto de mar) y muchas veces me siento como si todo el mundo hablara otro idioma. No conozco a 'Pepiño o dos queixos' o 'Carmiña a de Fonfría' y no estoy al tanto de todos los nacimientos, defunciones y casamientos del lugar. Nunca participé en una 'matanza do cocho' y no tengo ni idea de hacer chorizos (tema principal de conversación en la última semana). Pero me siento más que capacitada para beber unos vinos y echar una partida de tute, y eso une.
Ayer me fui al pueblo por donde sí pasan los peregrinos. Los lugareños me retaron a 'botala partida' y me dije...o ahora o nunca. Hace años que no juego a las cartas pero aprendo rápido y siempre puedo recurrir a la 'poker face' para disimular que contar cartas y pensar las jugadas no es lo mío.
Y después de las presentaciones de rigor, unos vinos, un poco de retranca gallega y unas tapas de 'zorza' ... gané :)
Puedo decir sin miedo a equivocarme que ya soy un poco menos forastera, me he ganado un respeto y quieren revancha. La tendrán.