viernes, 27 de noviembre de 2009

SE HACE SABER...

Que a partir de la publicación de esta entrada cualquier chico que utilice los términos enumerados abajo para describir mi persona corre el riesgo de sufrir amputación total o parcial de determinadas partes de su anatomía dependiendo del grado de enfásis que ponga en dicha descripción:

1. única
2. especial ( o muy especial)
3. buena persona (o muy buena persona)
4. simpática (o muy simpática)

Me reservo el derecho de revocar la pena en el que caso de que se subsane el perjuicio causado mediante la utilización (inmediata y creíble) de los siguientes términos:

1. misteriosamente intigrante ( o intrigantemente misteriosa)
2. sofisticadamente atractiva (o atrayentemente sofisticada)
3. dulcemente perversa (o perversamente dulce)
4. rabiosamente sexy (o...o nada)

¿queda claro?

Pues eso, coño ya.

lunes, 9 de noviembre de 2009

¿PRINCIPIO, POR FIN?

El 21 de marzo de 2007 empecé a escribir este blog. Lo hacía convencida de que dejaba una etapa atrás y de que con ella dejaba también atrás a la persona que había marcado esa etapa. Ingenua de mí. Aún me esperaban muchas idas y venidas, muchas charlas sin sentido, muchas promesas, y muchas lágrimas.
Más de dos años después quiero volver a intentarlo. Quiero mi 'ahora sí'. Que esté escribiendo sobre ello tal vez no es buena señal pero hay cosas dentro que han cambiado y quiero verlas escritas. Durante mucho tiempo amordacé mis sentimientos negativos pensando que por tenerlos era peor persona; ahora me doy cuenta de que lo único que me hacen es ser más persona.
1. Ya no te quiero. No daría mi vida por ti, ni acudiría a tu llamada de ayuda sin condiciones. No siento que te deba nada ni el cariño que te tengo es tan fuerte como para que empatice con tu desgracia o tu alegría. Y no es despecho, es desamor. Ya no me sale.
2. No pienso que seas una persona buenísima. Tantos años usando la excusa de tu buen corazón para expiar el daño que me causaste...que casi me lo creo. No te confundas, alguien con muy buen corazón no hace las cosas que tú me hiciste a mí. Porque tu error no fue de omisión, ni distanciamiento, ni falta de compromiso. Tu error fue un conjunto de acciones crueles y muchas veces premeditadas. Sabías que me ibas a hacer daño y aún así lo hiciste, a pesar del amor que te tenía, una y otra vez. No, no eres bueno, búscate otra excusa.
3. No me mereció tanto la pena. Haber sentido amor es casi lo único positivo después del balance. Puedo decir que me enamoré, hasta las trancas, perdiendo la perspectiva y la razón. Pero lo que viví fue casi todo el tiempo una farsa. Yo vivía una realidad que estaba lejos de ser real. Y así no vale. A estas alturas las lágrimas de dolor pesan más que las de alegría. La balanza se ha desequilibrado y ya no sonrío cuando pienso en nuestros buenos momentos. Ya no les veo la gracia.
4. Tienes razón, me merezco a alguien mejor. Nunca tuve en cuenta tus limitaciones, vicios y debilidades. Siempre les quité importancia pensando que tu mirada de amor por las mañanas lo compensaba todo. Pero tienes limitaciones, eres débil de carácter y peligrosamente vicioso. Y yo me merezco otra cosa. Cuántas veces eché de menos poder discutir de tú a tú, sólo quería que tus argumentos estuvieran al nivel de los míos para no sentir que era la mamá estricta que imponía sus normas porque sí. No era sólo a ti, a mí también me cansaban esos roles.
5. Me has marcado. Y me has marcado para mal. Te di infinitas oportunidades de demostrarme que podías ser sincero. Hasta antesdeayer como quién dice. Y hasta ayer has estado mintiéndome. Hasta cuando ya nada nos debíamos. ¿Por qué? Ahora me cuesta creer, todo me suena a falso y son los demás los que pagan tus platos rotos. Tu afición a la mentira es grave y si te has planteado cambiar, yo te recomendaría empezar por ahí.
6. No, no olvido. Aunque me pese, no te voy a olvidar. Y sé por qué no puedo olvidarte. Porque durante años he estado esperando esa compensación por los daños causados que nunca llegó. Soñaba por las noches con ese gesto que me diera a entender que sabías por lo que yo estaba pasando y que lo sentías. Le daba forma, imaginaba palabras que pudieran calmar mi dolor, las ponía en tu boca y esperaba. Un día y otro. Pero nunca salieron. No sé cómo conseguiste que siempre acabara consolándote yo a ti. Me convencí de tal manera de que mi dolor era de segunda, que me sentí culpable por sufrir.
7. Nunca máis. Durante años le tuve pánico al 'nunca más'. No me atrevía ni a decirlo ni a pensarlo. Y tú no sentiste reparos en alimentar mis esperanzas. Lo mío era un 'algún día', lo tuyo era un 'por si acaso'. Pero ya no me da miedo. Lo digo convencida y liberada. Nunca más.
Nunca más.

lunes, 2 de noviembre de 2009

¡MARU, ERES UN CRACK!

Esto es lo que me dice mi supervisor después de leer mi proyecto de la tesis. Yo agradezco enormemente sus muestras de admiración y apoyo; da igual que yo sepa que él es de natulareza benevolente y que mi plan está bien, pero que es mejorable. Porque que él me diga que soy estupenda me hace sentirme estupenda por un rato. Y cuando me siento estupenda me creo capaz de cualquier cosa, y cuando me creo capaz de cualquier cosa, soy capaz de cualquier cosa. Y ahí es donde yo quiero llegar.
Esto tiene un inconveniente, que cuando quieres sentirte capaz de cualquier cosa no siempre hay una persona al lado para darte la palmadita en la espalda. Así que ya va siendo hora de que las palmaditas me las dé yo. Que una tiene una edad.
- Maru, tengo que decirte algo
- dime, Maru
- Maru, eres un crack
- lo séeeee :)