lunes, 31 de mayo de 2010

ENTRA EN MI VIDA

...sin anunciarte...abre las puertas...cierra los ojos...Y atente a las consecuencias.
Porque una vez entres no te va a ser fácil salir. No a menos que yo quiera, no a menos que tú me lo dejes bien clarito.
Puede que pasemos tiempo sin hablarnos, que nuestros contactos se reduzcan a la mínima expresión y que pienses que ya no me acuerdo de ti. Error.
Porque si llegaste a mi vida será por algo. Si te quedaste un rato será por algo y ahora ya no está en tus manos el desaparecer. Ahora ya tu presencia es cosa mía. Relájate. Yo me encargo. Tengo recursos.
Y gracias por venir :)

jueves, 27 de mayo de 2010

LA IMPORTANCIA DE LLORAR



Yo lloro mucho. Por cualquier gilipollez y hasta por cosas importantes. Lloro porque estoy viva, porque me voy a morir, por los recuerdos buenos, por los malos, porque me siento identificada, porque no te reconozco o porque sí...porque ya toca.


No te asustes si me ves llorar. No sufras, porque yo no lo hago. Si eso me abrazas, que mal no me va a hacer. Y verás que la sonrisa de después es mucho más clara y los ojos más verdes.

Yo no lloro. Hago limpieza general del alma. Pirólisis de sentimientos. Pongo el marcador a cero. Más a gusto que un arbusto. Que no te dé miedo. Que no muerdo.



martes, 25 de mayo de 2010

LA INTUICIÓN


He leido mucho sobre el poder de la intuición y los beneficios de dejarse llevar por ella, que dicen algunos expertos que funciona. La mía tiene carácter y es tocapelotas (lo de si funciona aún no lo tengo decidido). De repente me ataca, sin piedad, me dice que tengo que hacer algo y que no va a abandonar hasta que lo haga. Invade mi cerebro arrinconando cualquier otro pensamiento y le hace el vacío a las dudas. Yo creo que hay algo de 'moobing' en todo esto. Pero no me dice el porqué ni el para qué debo cumplir sus órdenes y mi consciente, que el pobriño es un calzonazos, se queda temblando y diciendo...'ay dios, que sea para bien...porfi, porfi, que luego me toca a mí pagar los platos rotos'...

Porfi, porfi, que sea para bien...

lunes, 17 de mayo de 2010

LA ISLA



Calorías recuperadas con creces. Intuiciones confirmadas. Autoestima en niveles óptimos. Las cosas un poco más claras y la piel un poco más oscura.

La combinación de compañía, sol, playa, mar y espacio me sienta bien. Y ahora volver a casa a digerir. Las decisiones ya vendrán solas.

Alba, ahora duermes dos veces más y ya viene la tía :)

lunes, 10 de mayo de 2010

SER UNO MISMO

Nos vamos haciendo día a día. Yo noto que me reconstruyo continuamente, y que hoy soy siempre un poco diferente a ayer. Porque he vivido un poco más, porque tengo más experiencia y porque las situaciones a las que me enfrento me hacen tomar decisiones a las que nunca me había expuesto antes. Hay días parecidos, pero nunca son iguales. Es ese pequeño matiz el que me hace crecer. Evolución se llama, ¿no?.
Creo que el ser tan consciente de este cambio continuo me vuelve más vulnerable. Pero también más yo. Porque si ayer pensé que algo era bueno (o malo o regular), hoy hago el ejercicio de reevaluarlo para saber si lo sigue siendo. No doy nada por sentado y eso exige un esfuerzo extra. Supongo que sería más cómodo aferrarme a unos esquemas mentales elaborados hace un tiempo, y despreocuparme por si se quedan obsoletos. Utilizar la frase 'es que yo soy así' y hala, a tirar p'alante. Pero no puedo, 'yo no soy así'. Aprendo y desaprendo, que aunque la vida es lineal, mis procesos internos no lo son, y pruebo, experimento, asumo, me desmiento, reacciono, hago y deshago.

Y me equivoco, claro, me equivoco mucho. Pero porque me atrevo a vivir. Y procuro meter la pata con dignidad, y perdonarme. Que ya hay en el mundo mucha rabia y mucha irritación como para además estar enfadada conmigo misma. De eso nada.

:)

jueves, 6 de mayo de 2010

¿CUÁNTO MÁS?

A veces me pregunto cuánto tiempo más la vida me obligará a seguir aprendiendo. Por un momento pensé que llegaría el día en que sentiría que ya está, que hasta aquí han llegado las clases y que ahora toca la hora del recreo. Qué ingenua.

Ahora sólo pienso que llegará el día en que asuma que esto es así. Entonces dejaré de sentir los nervios previos al examen porque habré entendido que aprobar o suspender no es tan importante. Lo que cuenta es lo que haya entendido y aprendido, lo mucho o poco menos que me quede por saber.

Saber me hace más libre. La libertad me hace más feliz. La felicidad me da vida. Vivir, para eso estamos, ¿no?