
Me enamoré de la ciudad estando yo enamorada, una primavera de hace unos años, y vivimos un romance de cuento.
No sé qué pasará esta vez, no sé cómo reaccionarán mis recuerdos al reencontrarse con sus escenarios y no sé qué sentiré al volver a la orilla de aquel lago desde donde un día vi la luna más bonita que nunca.
Pero pase lo que pase y sienta lo que sienta, sonreiré. Y me tomaré una cerveza a nuestra salud.
SKOL!!!
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