QUÉ DISTINTOS

'¡Qué distintos somos, Don Elías!' Esta el la frase que utilizaba la abuela de mi ex-novio para poner de manifiesto la diversidad del ser humano. Yo la utilizo continuamente. Ahora me estoy dedicando a recoger datos para mi tesina y tengo que enfrentarme diariamente a decenas de personas. Es curioso ver como ante la misma situación cada cual reacciona de una manera distinta.

Entro en un local, le explico quién soy y para qué estoy allí y si la respuesta es afirmativa les hago un cuestionario. Muy simple: Dígame de este listado con quién tiene algún tipo de contacto profesional. Parece simple, pues eso, sólo lo parece.

Hay quién dice 'no lo entiendo', o ¿e isto para quén é? (ay, los gallegos y su desconfianza...), los que te dan esa información y mucha más que no les has pedido, los que te van poniendo 'x' en el listado al tiempo que dicen 'a estos los conozco, somos amigos' (veo que en sitios pequeños se complica lo de diferenciar entre 'profesional y personal'), los que perjuran no tener contacto con nadie (¿?), - 'pero ¿nadie, nadie? ¿ha leido usted bien el listado?' o quien directamente no quiere contestar. Porque no.

El otro día entré en un local, pequeño, empresa familiar con, intuyo, no demasiada carga de trabajo. Buenos días, soy blablabla, vengo aquí para blablabla, ¿le importaría contestarme a una pregunta? Mirada de indignación, gesto airado y me planta un 'señorita, ¡aquí estamos trabajando!...Me gustaría saber la secuencia mental que pasa por la cabeza de alguien así en esos momentos. Sonreí, le di las gracias por su tiempo (poquitas, que el tiempo tampoco fue mucho) y me fui. Pero me quedé con las ganas de decirle '¿y qué se cree que estoy haciendo yo?' o 'es que si no estuvieran ustedes trabajando no podría venir a hacerles una entrevista' o '¿trabajar y hacer favores es completamente incompatible para usted?'.

Hay gente predispuesta a pensar que los demás estamos en el mundo para molestar, personas que viven a la defensiva y que lo de 'hoy por ti, mañana por mí' no va con ellos. Por suerte son los menos, los muchos menos.

La gente, así, en general, todavía es buena :)