sábado, 31 de agosto de 2024

LAS COSAS QUE ME GUSTAN

 Hoy me he levantado muy temprano para estudiar. Tengo examen el martes.

A los 47 años decidí que, con 3 hijos y un trabajo, era el momento de hacer la carrera (ahora grado) que tenía que haber hecho desde el principio. Me pega, me gusta y me ilusiona. 

Cada día me pregunto por qué lo hago, y no soy capaz de responderme con coherencia. Si me interesa el tema puedo leer sobre él  sin necesidad de meterme presión con trabajos y exámenes. Como plan B, por si pierdo mi actual trabajo, es bastante enrevesado, sería empezar de cero. Si es necesidad de ponerme retos se me ha ido de las manos...

¿Por qué lo hago? Solo se me ocurre que, haciéndolo, lo bueno supera a lo malo. Simple. Lo que me da es más de lo que me quita. ¿No es así cómo se deciden las cosas en la vida?

Y si la balanza se desequilibra, nada me impide volver atrás.

A estudiar.


miércoles, 29 de enero de 2020

Embarazo natural a los 43 con baja reserva ovárica después de dos FIVs fallidas y una exitosa

No soy experta en SEO pero creo que esta entrada recibirá alguna visita más que las anteriores.

Cuando yo empezaba a asumir que nunca sería madre (y quien dice asumir quiere decir resignar) buscaba como loca en Google testimonios que me dieran esperanza, esas historias de embarazos imposibles y contra todo pronóstico. Y cuando las encontraba las leía y releía convenciéndome que eso también me podía pasar a mí. Y al rato me decía que no. Y al rato que sí. Y así iba tirando, de clavo ardiendo en clavo ardiendo.

Estoy siendo un poco dramática porque creo que mi historia no fue tan dura ni mi lucha contra la infertilidad tan agotadora pero sí lo suficiente como para ponerme en la piel del que haya encontrado esta entrada porque la estaba buscando.

Querida amiga, no te puedo decir que va a ocurrir, me niego a aconsejarte que el truco está en relajarse cargando un poco más sobre tu espalda una responsabilidad que no te corresponde. Pero me siento en el deber de comunicarte que hay veces que pasa, que el cuerpo humano es un misterio y va a su bola, y que fruto del empeño o fruto de la casualidad un día decide que es el momento para engendrar una nueva vida y da igual la edad, la condición, la frecuencia, la posición, lo que comas o lo que dejes de comer. Alguno de esos óvulos que te han dicho (literalmente) que "son muy feos" y de los que ya casi no te quedan, y ese espermatozoide que no es que vaya sobrado pero pone empeño se encuentran, y se gustan y hacen lo que tienen que hacer, y el resto del cuerpo les apoya y entre todos tiran p'alante.
Estoy casi de 6 meses y no dejo de alucinar.

Daría cualquier cosa por que te pasara a ti también. A todas las que lo quieren con todas sus fuerzas. Pero solo puedo contarte que me ha pasado a mí. Espero haberte hecho sentir un poco mejor. Os lo debía.


jueves, 26 de diciembre de 2019

TEATRO

El otro día fui al teatro. Yo, de pequeña (y no tan pequeña) quería ser actriz. Pero lo quería mucho y actuar era una de esas cosas que me hacían sentir bien, muy bien. Por eso, cada vez que entro en un teatro siento algo cálido en el estómago como si volviera a casa por Navidad.

Creo que mi primera gran renuncia en la vida o mi primer signo de madurez/sensatez/cobardía fue renunciar a la idea de vivir del mundo de la interpretación. Pero gracias a que ni siquiera llegué a intentarlo mantengo la ilusión intacta y pienso que igual, algún día, ya jubilada y sin resto de complejos, llegará una oportunidad fruto de la casualidad y a mis setenta y tantos recogeré el Goya a "Mejor actriz revelación". Lo veo.

Pero volviendo al tema. Fui al teatro y viajé en el tiempo. Volví a ser una adolescente dejándose llevar por las emociones, permitiendo que la intensidad de la escena y la penumbra me envolvieran y me penetraran como si aún mi alma lo tuviera todo por aprender.

Lloré por lo que veía y por nada más. Ni por renuncias, ni por fracasos, ni por desamor. Lloré por la vida de otros. Fue liberador.

viernes, 20 de diciembre de 2019

PROPÓSITO

Buf. Esto se me hace raro. 

Antes me salía natural pero es normal que me sienta oxidada. Cinco años sin escribir una línea. 

Y ahora voy a tener que hacerlo asumiendo que voy a sufrir interrupciones del tipo; "mamá, quiero hacer caca", "mamá, Manuela no me deja jugar con la muñeca...", "mamáaaaa, tengo hambreeeee..."

También he asumido que en mucho tiempo, más del que había planeado, no voy a tener ese tiempo ("mamá, ¿qué país es este tan grande azul en el mapa?" )en el que podía pensar en mí y hacer lo que me apetecía sin darme explicaciones, sin sentimiento de culpa, en silencio. ¡Ay! el silencio.

Ahora mismo "debería" estar haciendo las camas pero tengo un propósito, y si no encuentro ni un momento para dejar por escrito mi propósito, ¿cómo pretendo encontrar el tiempo para cumplirlo?.

Hace un año encontré un trabajo que prometía una calidad de vida que llevaba tiempo buscando. Más sueldo, mejores horarios, muy cerca de casa, buenas condiciones.( "mamáaa, ¿qué es esto pegajoso?") Por un momento tuve esa sensación que me da paz y miedo al mismo tiempo de que las cosas se estaban ordenando y las piezas empezaban a encajar. No puedo negar que me gusta el cambio pero me resisto a aceptarlo.  

("¡Mamá! en la tele han dicho vacaciones! ¿Ya son vacaciones?¿podemos irnos ya de viaje?"). Pero, de repente, ¡PAF!, cierre de empresa, paro a los 43 y embarazo sorpresa. ¿Qué?¿cómo te quedas?.

Y me sentí bien. Porque ese trabajo que prometía tanto no me hacía tan feliz y porque de las cosas que siempre quise tener en la vida (vivir al lado del mar, tener un baño con luz natural y tener 3 hijos) por fin, sin esfuerzo, como un regalo de Reyes adelantado, iba a conseguir una de ellas ("mamá, ¿hoy cuando se haga de noche podemos hacer una acampada?¿mamá, hoy que día de la semana es?¿hoy no hay cole?"). Llámame loca, yo me lo llamo.

Sé a lo que me enfrento, o quizás no, pero no me importa. Pero sé que voy a necesitar más que nunca pararme a pensar. Y si escribo pienso mejor. Y si pienso mejor soy más feliz.

Así, que a 10 días de que se acabe el año y la década, ya he hecho los deberes y tengo mis propósitos de año nuevo. Soy ambiciosa, pero el mundo es de los valientes:

1. Escribir en el blog. De vez en cuando. Una vez al mes estaría bien. 
2. Leer un libro al mes. Mínimo. Sin excusas.
3. Verme las ¿11? películas de la saga de Star Wars. Necesito entender un poco mejor a mi marido.

Allá vamos.


miércoles, 19 de noviembre de 2014

SOY TRES

Estoy en el trabajo y no debería estar escribiendo una entrada en un blog casi abandonado. Pero hoy me siento con ganas, sin miedo y dispuesta a empezar desde ya a cambiar mi orden de prioridades.

Durante 38 años he sido el centro de mi vida y de mis preocupaciones. Me dediqué todo este tiempo el primer pensamiento mañanero y el último antes de dormir. Si pensaba en ti, pensaba en mí. Yo fui el fin primero y último de cada una de mis acciones y omisiones.

Pero como diría María Jiménez...¡se acabó!

Los últimos meses han sido un arduo ensayo de lo que va a significar el futuro. Arduo, pero ensayo al fin y al cabo. lo gordo viene ahora, en el sentido figurado y literal  de la palabra.

Venga, vamos a decirlo, voy a ser mamá. De dos. En seis meses como mucho. A los treinta y ocho.

Todavía no siento la emoción, y cuando les hablo, porque dicen que es bueno, me invade una ligera sensación de ridículo. No dejo de ser un persona hablándole a una barriga. Pero lo hago por ellos :). De momento no exigen mucho; unas cuantas pastillas al día, renunciar al jamón ibérico (esto es lo peor) y untarme de crema antiestrías pero sólo dios y los millones de madres que pueblan el mundo saben la que me espera. La que nos espera que por suerte esto es cosa de dos. Bueno, ahora de cuatro.

Madre mía...la que ha liado el pollito...

domingo, 19 de mayo de 2013

¿POR QUÉ?

"...En todos ellos se percibía la mezcla explosiva de la crisis y de algo más antiguo que la crisis: la inercia española de premiar al que no se ha movido de su sitio"

Hoy leyendo a mi columnista favorita encontré esta afirmación y por un momento se me iluminó la bombilla...¡va a ser por eso!

Yo remataría la frase diciendo; "...y de premiar al que tiene amigos"

Desde que terminé mi máster en el extranjero (y tengo que añadir que fui la mejor de mi promoción con un 9,57 de media) me ronda por la cabeza la pregunta de por qué no soy capaz de conseguir un trabajo adecuado a mi nivel de formación y experiencia. Sé que encontrar la razón no me va a llevar a encontrar un trabajo mejor pero por lo menos me calmará la ansiedad que me supone el pensar que he hecho las cosas mal.
Sé que he cometido algunos errores en mi carrera pero también creo que les he puesto remedio a tiempo y que mi currículum es coherente y lleno de experiencias en distintos países, empresas, sectores...¡va a ser por eso! Me he movido demasiado.

Yo no me quiero ir a vivir al extranjero, me hace feliz estar en mi país y asumo con dignidad el precio que tengo que pagar. Soy feliz con un trabajo que podía haber conseguido a los dos años de terminar la carrera y en el que gano poco más que en mi primer trabajo recién diplomada.

Creo que sí existe 'la inercia española de premiar al que no se ha movido de su sitio' pero ¿merece la pena el premio? A mí ya no.

viernes, 1 de marzo de 2013

PAPÁ...¿CÓMO OS CONOCISTEIS?

'Pues hijo, tu madre y yo nos conocimos porque el algoritmo de un sitio web para buscar pareja  decidió que mi perfil  y el de tu madre eran compatibles en un 80%'

Cómo cambian los tiempos :)

Yo me considero afortunada por tener una historia que contarle a mi futura prole con paseos a la orilla del mar, fiestas de pueblo, bailes en la verbena y despedida en una estación de tren. Como las de antes.